Una guía completa sobre la poda de cannabis: técnicas y momento para un crecimiento óptimo
El cultivo de cannabis es a la vez un arte y una ciencia, y un aspecto crucial para dominar este arte es entender cuándo y cómo podar las plantas. La poda desempeña un papel fundamental a la hora de dar forma a la estructura de las plantas de cannabis, promoviendo una mejor penetración de la luz, maximizando los rendimientos y mejorando la salud general de las plantas. En esta completa guía profundizaremos en el arte de la poda del cannabis, explorando las mejores técnicas y el momento óptimo para cada etapa de crecimiento.
¿Por qué podar las plantas de cannabis?
Podar plantas de cannabis no consiste simplemente en cortar ramas al azar; más bien, es un proceso estratégico diseñado para crear un entorno ideal para un crecimiento óptimo y rendimientos máximos. Aquí hay algunas razones clave por las que la poda es esencial:
Mejora de la circulación del aire y la penetración de la luz:
La poda ayuda a abrir el dosel, permitiendo un mejor flujo de aire y penetración de la luz. Esto es crucial para prevenir el moho y los hongos y, al mismo tiempo, garantizar que cada parte de la planta reciba la luz adecuada.
Mayores rendimientos:
Al eliminar el follaje innecesario y redirigir la energía a áreas de crecimiento esenciales, la poda fomenta el desarrollo de cogollos más grandes y densos. Esto puede aumentar significativamente el rendimiento general de tu cultivo de cannabis.
Control de forma y estructura:
La poda permite a los cultivadores dar forma a la estructura de la planta, creando un dosel más tupido y uniforme. Esto, a su vez, promueve una distribución uniforme de energía y recursos, lo que da como resultado una planta más equilibrada y robusta.
Reducción de estrés:
La poda elimina el exceso de crecimiento, reduciendo el estrés general de la planta. Esto puede ser particularmente beneficioso durante períodos de rápido crecimiento o cuando hay factores estresantes ambientales presentes.
La prevención de enfermedades:
Una poda adecuada ayuda a prevenir el desarrollo de enfermedades al mejorar la circulación del aire y reducir la humedad alrededor de la planta. Esto es especialmente crucial para prevenir problemas comunes del cannabis, como el mildiú polvoriento.

La poda de las plantas de cannabis debe realizarse con un calendario bien definido que tenga en cuenta el ciclo de vida de la planta. Las siguientes pautas describen cuándo y cómo podar las plantas de cannabis en diferentes etapas:
Etapa vegetativa temprana (semanas 1 a 3):
Durante la etapa vegetativa temprana, céntrese en promover una estructura robusta y equilibrada. Pellizque o corte el crecimiento superior cuando la planta haya desarrollado de 3 a 5 nudos. Esto favorece el crecimiento de ramas laterales y una forma más tupida.
Etapa vegetativa tardía (semanas 4 a 6):
A medida que la planta continúa desarrollándose, pode cualquier follaje innecesario en el dosel inferior que no reciba suficiente luz. Esto redirige la energía al dosel superior donde ocurre el crecimiento más significativo.
Etapa de floración temprana (semanas 1-3 de floración):
Al pasar a la etapa de floración, retire las hojas de abanico restantes que bloqueen la luz en los sitios de los cogollos inferiores. Esto permite una mejor penetración de la luz y fomenta el desarrollo de cogollos más grandes y potentes.
Etapa de floración media (semanas 4-6 de floración):
Continúe quitando las hojas grandes de abanico que pueden estar bloqueando la luz e impidiendo el flujo de aire. Sin embargo, hay que tener cuidado de no estresar excesivamente a la planta, ya que es más sensible durante la fase de floración.
Etapa de Floración Tardía (Semanas 7-9 de Floración):
Minimiza la poda durante la última etapa de floración para evitar estresar la planta y afectar negativamente al desarrollo de los cogollos. Concéntrese en eliminar solo las hojas muertas o amarillentas que puedan afectar la salud general de la planta.

Ahora que ya sabemos cuándo podar, exploremos algunas técnicas de poda esenciales para las plantas de cannabis:
Adición:
El desmoche implica eliminar el meristemo apical (la punta del tallo principal), fomentando el crecimiento de dos nuevos tallos principales. Esta técnica da como resultado una planta más tupida y con más colas.
Filmación:
De manera similar al topping, el fimming implica eliminar solo una porción del meristemo apical, dejando más puntas de crecimiento. Esta técnica promueve un dosel más redondeado y tupido.
LST (entrenamiento de bajo estrés):
LST implica doblar y atar suavemente las ramas para crear un dosel más uniforme. Esta técnica permite una mejor distribución de la luz y favorece el crecimiento lateral.
Súper recorte:
El supercultivo implica dañar estratégicamente los tallos de la planta sin romperlos. Esta respuesta al estrés fortalece la planta y favorece el crecimiento lateral.
Defoliación:
La defoliación implica quitar las hojas grandes en forma de abanico durante la etapa de floración para exponer los lugares de los cogollos a más luz. Esta técnica debe realizarse con moderación para evitar un estrés excesivo.
La poda de las plantas de cannabis es un aspecto esencial y matizado del cultivo que requiere una cuidadosa consideración del momento y la técnica. Al comprender el ciclo de vida de tus plantas y emplear los métodos de poda adecuados en cada etapa, puedes mejorar la salud general de las plantas, maximizar los rendimientos y, en última instancia, producir cannabis de alta calidad. Experimente con diferentes técnicas para encontrar la que funcione mejor para su variedad y condiciones de cultivo específicas, y controle siempre de cerca sus plantas para detectar signos de estrés o poda excesiva. Con paciencia y práctica, dominar el arte de la poda de cannabis puede llevar tus habilidades de cultivo a nuevas alturas.























































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